lunes, 18 de febrero de 2013

LASAÑA DE ESPINACAS CON BACALAO y BECHAMEL DE ALMENDRAS


NUESTRAS RECETAS FAMILIARES
Ingredientes para 4 personas:
12 placas de lasaña
300 gr. de bacalao desalado en su punto de sal
1 vaso de leche semidesnatada
500 gr. de espinacas frescas
1 diente de ajo
8 sabanitas de queso
½ hoja de laurel
5 cucharadas de aceite de oliva
Sal
 
Para la bechamel:
2 cucharadas rasas de harina
200 ml de nata para cocinar
100 gr. de almendras tostadas y peladas
1 cucharada de mantequilla (no margarina)
1 pizca de nuez moscada molida
Aceite de oliva suave
Sal
 
Para gratinar:
50 gr. de queso rallado
(yo he usado 1 mezcla de quesos para gratinar
-Edam, Maasdam, Cheddar rojo y Curado-,
pero cada cual puede usar el que más le guste)
 

Preparación:
Cocemos las placas de lasaña por tandas en una cazuela amplia con abundante agua salada, echándolas de una en una cuando el agua esté hirviendo, las dejamos cocer el tiempo que indique el fabricante (suele ser de 8 a 12 minutos). Cuando estén listas, las sacamos con ayuda de una espumadera y un tenedor, las pasamos bajo el chorro de agua, escurrimos y ponemos a secar sobre un paño limpio (podemos ahorrarnos este primer paso comprando la lasaña precocida, que no necesita más cocción que la que le daremos después en el horno, pero en este caso debemos ponerle más bechamel para que no nos quede seca).
Seguidamente lavamos los lomos de bacalao pasándolos bajo el chorro de agua fría, los secamos con papel de cocina, los ponemos en un cazo con media hoja de laurel, los cubrimos con leche fría y los llevamos al fuego. Tan pronto empiece a hervir la leche, sacamos el bacalao y reservamos la leche a fuego mínimo para que esté tibia, para hacer la bechamel.
Pelamos y picamos lo más finamente posible la cebolleta y la ponemos a pochar a fuego suave en una cazuela amplia con 3 cucharadas de aceite.
En cuanto empiece a tomar color, añadimos la harina, le damos  un par de vueltas con una cuchara de madera y añadimos poco a poco la leche donde hemos cocinado el bacalao, que, como estará impregnada de su sabor, apenas necesitará 1 pizca de sal. Trabajamos bien con unas varillas para evitar que salgan grumos. Trituramos las almendras con la nata con una batidora de mano, mezclamos con la salsa y llevamos al fuego para que reduzca a nuestro gusto. Debe quedar una crema ligeramente espesa, de modo que si quedase demasiado concentrada la aclararemos con un poco más de nata o leche.
A continuación cocemos las espinacas durante 8 ó 10 minutos en una cazuela con un poco de agua y sal (o en el microondas). Sacamos, escurrimos y rehogamos en una sartén con un poco de aceite y el diente de ajo laminado.
Engrasamos con una nuez de mantequilla una fuente de cristal apta para ir al horno. Ponemos una capa de bechamel y extendemos sobre ella las 4 primeras placas de lasaña, montamos sobre cada 1 de ellas una capa de espinacas bien escurridas y otra de sabanitas de queso, cubrimos con otras 4 placas de lasaña añadiendo ahora una capa de bacalao sin piel ni espinas y previamente laminado, terminando con una última capa de pasta. Cubrimos con la salsa bechamel, esparcimos por encima un poco de queso rallado e introducimos en el horno.
Cocemos 10 minutos a 200ºC con fuego por arriba y por abajo y gratinamos 5 minutos más bajando la temperatura a a 180º C.
Servimos antes de que se enfríe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario