Ingredientes para un roscón mediano:
400 grs. de harina
4 huevos (1 de ellos
para pintar el roscón)
100 grs. de
mantequilla sin sal a punto de pomada
100 grs. de azúcar
12 gr. de levadura de
panadero.
1 cucharadita de
levadura química
Un vaso de leche entera
1 chorrito de agua de azahar de uso alimentario
1/2 copita de ron añejo (opcional)
Ralladura de naranja
Ralladura de limón
1 puñaditos de
almendras crudas fileteadas
Fruta escarchada
Sal
1 figurita “sorpresa”
1 haba seca
150 ml. de nata
fresca para rellenar
Elaboración:
En primer
lugar preparamos la “masa madre”, disolviendo la levadura de panadero en medio
vaso de leche templada, una vez disuelta, añadimos una cuarta parte de la harina (100
gr.), mezclamos muy bien hasta conseguir una masa fina y blanda y tapamos con
un paño limpio. Dejamos reposar un mínimo de horas en un lugar templado para
que fermente (hasta que duplique o triplique su volumen).
Entre tanto, tamizamos
el resto de la harina (300 gr.) junto con la levadura química (en polvo) y la
disponemos en un bol grande, hacemos un volcán con ella y poniendo en el centro
dos huevos, el azúcar, el resto de la leche templada, una pizca de sal, el agua
de azahar, el ron (opcional) y las ralladuras de naranja y limón (sin llegar a
la parte blanca).
Trabajamos los
ingredientes con las manos hasta conseguir una masa homogénea, añadimos la mantequilla y seguimos trabajando la masa
hasta que quede completamente incorporada. Tapamos y esperamos a
que leve por completo la masa que teníamos reservada.
Entonces
unimos las dos masas y mezclamos completamente con las manos, amasando durante
un buen rato hasta que nos quede una mezcla fina, homogénea y muy elástica (que
cuando se estire no se rompa).
Espolvoreamos
con harina, para que no se pegue al recipiente y dejamos reposar tapado con un paño
limpio como mínimo otro par de horas hasta que vuelva a doblar su tamaño.
Pasado este
tiempo, volvemos a amasar para quitarle el aire (podemos impregnarnos las manos
con aceite o mantequilla si vemos que se nos
pega) y hacemos
una bola con la masa, La dejamos reposar 5 minutos para que se asiente. A
continuación la aplastamos y depositamos sobre la bandeja del horno forrada con
papel antiadherente y le damos forma de rosco, abriéndole un agujero en el centro
con los dedos. Una vez hecho, metemos las dos manos por él y vamos repartiendo
la masa para que quede igual por todos lados y nos salga un roscón equilibrado
y parejo.
Si la masa
tiende a encogerse, es que no está bien relajada, así que podemos dejarla
reposar otros diez minutos y se manejará mejor. Si aún así se cierra el
agujero, podemos poner en el centro un aro de cocina o, en su defecto, un tazón,
previamente engrasado, que le quitaremos una vez horneado.
Adornamos con
la fruta escarchada y las almendras fileteadas y lo dejamos en el horno para que aumente de tamaño por tercera y última vez.
Pasadas unas dos horas ya habrá levado, lo pintamos con huevo batido, salpicamos con un poco de azúcar en grano humedecida con un poco de
agua e introducimos en el horno precalentado a 180º. Dejamos cocer de 15 a 20 minutos
aproximadamente (según la potencia del horno). Si vemos que se tuesta demasiado,
tapamos con papel de aluminio.
Sacamos y
dejamos enfriar a temperatura ambiente sobre una rejilla, Una vez frío cortamos
por la mitad con un cuchillo bien afilado, introducimos estratégicamente la
sorpresa y el haba (envueltas en papel film) y rellenamos al gusto con ayuda de
una manga pastelera. Se puede rellenar con trufa, crema pastelera o cabello de
ángel, pero a nosotros nos gusta con nata fresca recién montada.
Servimos para desayunar el día de Reyes con café, té o chocolate a la taza.