Ingredientes para 1 litro de helado:
600 gramos de nata
para montar
400 gramos de leche desnatada
2 claras de huevo
150 ml de azúcar
invertido (*)
Cucuruchos o tulipas
de canela (opcional)
Fideos de colores
para decorar (opcional)
Elaboración:
Preparamos
el azúcar invertido la víspera.
Al
día siguiente mezclamos el azúcar con la leche y lo batimos muy bien con la
batidora.
En
una jarra amplia y con ayuda de una batidora con varillas montamos la nata –que
habremos tenido en el congelador 5 minutos antes de utilizarla para que esté muy
fría- y la mezclamos con la leche.
Por
último, montamos las claras a punto de nieve y la incorporamos a la mezcla
anterior con movimientos envolventes procurando que no pierda aire.
Ponemos
la preparación en un recipiente con tapa hermética (a ser posible que sea rectangular
y de acero inoxidable) y metemos en el congelador.
Pasada
una hora, lo sacamos y lo batimos removiendo hacia el centro hasta que adquiera
consistencia, volvemos a introducirlo en el congelador y repetimos la operación
cada hora/hora y media hasta que el helado esté cuajado y ya podremos tenerlo
guardado y a punto para cuando nos apetezca. Cuando vayamos a utilizarlo lo
sacamos del congelador 5 minutos antes para que se atempere.
Servimos
el helado en cucuruchos espolvoreado de fideos de colores.
¿Qué lo queríamos de piñones?, pues unos minutos antes de que se cuaje del todo le añadimos un puñado de piñones (algunos machacados y otros enteros):
(*) AZÚCAR INVERTIDO
según receta de
Beatriz del Blog “To be Gourmet”
Ingredientes:
350 g de azúcar
100 ml de agua
1 sobre de
bicarbonato y otro de acidulante
–sobres blanco y
morado de los que venden en Mercadona (a 33 céntimos!),
Preparación con thermomix: ponemos en el vaso el agua, el azúcar, y
el sobre de acidulante. Programamos 7 minutos, temperatura varoma (la máxima) velocidad 2. Dejamos enfriar hasta que
descienda a 50º (más o menos tarda 1 hora). Añadimos entonces el sobre con el
bicarbonato y mezclamos unos segundos a velocidad 5.
Preparación tradicional: en un cazo verter el agua, el azúcar y el
sobre de acidulante. Mantenemos a fuego medio durante unos diez minutos. Dejamos
enfriar hasta que alcance los 50º (más o menos 1 hora) e incorporamos el sobre
con el bicarbonato, batimos con la batidora unos segundos para mezclar bien y
listo.
El
resultado de este proceso es un líquido espumoso que en los siguientes minutos
aumentará su tamaño, con lo que conviene envasarlo en un recipiente sin
llenarlo demasiado para dejar espacio para que se produzca esa reacción sin que
el líquido se derrame. A partir de este momento comienza la conversión de
nuestra mezcla en un dulce y grueso almíbar. Será preciso dejarlo reposar toda
una noche. La transformación comienza de abajo a arriba. De modo que la espuma
va cediendo terreno al nuevo elemento: el azúcar más dulce posible, como un
sirope.
El
azúcar invertido no se puede utilizar en caliente, ni en templado. Se utilizará
sustituyendo un 30% del azúcar de la receta, salvo que la misma nos indique su
medida. Es decir, si la receta indica 90 g de azúcar añadiremos 30 ml de azúcar
invertido.
Es
un azúcar descompuesto en glucosa y fructosa, por eso tiene mayor poder edulcorante.
Sirve
también para acelerar la fermentación si lo usamos para hacer bizcochos; retiene la
humedad, aumenta el dulzor, da más color y más brillo, y mantiene más tiernas
las elaboraciones durante más tiempo.
El
azúcar invertido puede durar hasta un año en un bote bien cerrado, no necesita
frío.