Ingredientes:
Para el bizcocho:
5 huevos (de unos 65 gr. cada uno)
225 gramos de harina de repostería
4/5 gramos de canela en polvo
1 gramo de nuez moscada
1 sobre de levadura en polvo tipo Royal (10-15 gr)
250 gramos de azúcar moreno (también se puede utilizar
panela o azúcar mascabado)
150 ml de aceite de girasol (puede ser de oliva, pero Jordi
prefiere el aceite de girasol para esta receta, porque no queremos que aporte
más sabor)
250 gramos de zanahoria
1 pizca de clavo (opcional)
Sal
Para el relleno y cobertura:
300 ml de nata para montar
250 gramos de queso de untar
150 gramos de azúcar glas o impalpable
Preparamos los elementos secos,
tamizando y mezclando bien la harina, la canela, la levadura, una pizca de nuez
moscada rallada y la sal. Reservamos
A continuación preparamos los
elementos líquidos. Lavamos y pelamos las zanahorias, les cortamos los extremos,
las picamos a dados regulares y las trituramos en un robot o batidora eléctrica
junto con el aceite, hasta conseguir una crema fina. La ponemos en un bol
grande y reservamos.
Batimos los huevos, con una
batidora eléctrica de varillas (o en su defecto con una varilla manual) a
velocidad media durante unos 5 minutos, hasta montarlos (que se pongan
blanquecinos) añadimos el azúcar moreno y seguimos mezclando hasta integrar.
Seguidamente incorporamos los
huevos batidos a la crema de zanahoria que teníamos previamente preparada, mezclamos bien y, con
ayuda de un cernidor o un colador fino, vamos incorporando con mucho cuidado y
paciencia los ingredientes secos, muy poco a poco, mezclando cada capa con movimientos
envolventes de abajo a arriba, para que la crema se vaya integrando sin que
quede ningún grumo.
Untamos con mantequilla el molde que
vayamos a utilizar (yo he utilizado un molde redondo de silicona),
espolvoreamos con una chispa de harina y vertemos la masa, que quedará
aproximadamente por la mitad del molde.
Horneamos durante 35/40 minutos a
180 grados. Nos quedará un bizcocho muy ligero y aireado con un aroma espectacular.
Mientras se enfría el bizcocho,
preparamos el relleno/cobertura (el frosting)
Mezclamos con una varilla manual el
queso crema con la mitad del azúcar, a la que previamente habremos añadido, triturándola
con el azúcar, la vainilla seca o líquida, y removemos bien hasta que quede una
crema fina.
Seguidamente montamos la nata,
que tendremos bien fría, con ayuda de una varilla o una batidora de varillas,
cuando la tengamos montada, añadimos la otra mitad del azúcar glas o impalpable.
Y por último mezclamos ambas preparaciones, la nata y el queso, con ayuda de una lengua o espátula y reservamos.
Para terminar abrimos el bizcocho -que deberá estar ya templado o mejor frío-, por la mitad y, sin tocar demasiado ponemos una buena cantidad de relleno, lo esparcimos con la espátula dejando medio centímetro hasta el borde y tapamos con la otra mitad. El resto lo vertemos encima de la tarta y extendemos suavemente con la espátula con pequeños vaivenes, formando ondas o surcos hasta que quede totalmente cubierta.
Ponemos la tarta en la nevera
para que repose aproximadamente una hora y cuando comprobemos que la cobertura
ha cuajado, sacamos y servimos.
Buenísima, os la recomiendo!
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