Ingredientes para 4 personas:
2 calabacines mediados
1 tomate de ensalada
150 gr. de queso fresco
(yo he utilizado
mozzarella,
pero podemos usar el
que más nos guste)
4 pepinillos en vinagre
1 cucharada de miel
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Preparación:
En primer
lugar lavamos muy bien los calabacines, los secamos, quitamos los extremos y los
cortamos por la mitad, hacemos láminas y las cortamos en tiras
finas de unos 7 a 8 cm de largo. Para ahorrar trabajo, también podríamos rallarlos
con un rallador de agujeros gruesos.
Ponemos las
tiras en un colador grande sobre un cuenco (para que recoja el líquido) espolvoreamos con sal y dejamos reposar 30 minutos (veremos que sueltan bastante
líquido y reducen su tamaño ligeramente)
Pasado este
tiempo, enjuagamos muy bien los calabacines dentro del colador bajo el chorro
de agua fría y los apretamos un poco con las manos para que eliminen el agua.
Si tenemos una centrifugadora de verduras, los centrifugamos para que queden
bien secos.
Seguidamente
preparamos una vinagreta mezclando en un bote de cristal 1 cucharada de miel por
6 de aceite (o la proporción que más nos guste), sal y pimienta. Cerramos el
bote y sacudimos enérgicamente para que
se mezcle bien.
Picamos
finamente los pepinillos y cortamos el tomate y el queso en dados. Los
colocamos en un cuenco y cubrimos con la vinagreta, mezclamos bien y dejamos
unos minutos para que tomen el aliño.
Colocamos las
tiras de calabacín en un plato o una fuente de servir, cubrimos con la
vinagreta y mezclamos.
Guardamos la
ensalada en la nevera tapada con papel film hasta que vayamos a consumirla,
Servimos bien
fría como aperitivo, entrante o guarnición.
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