Ingredientes:
1 yogurt de limón
1 bote del mismo
yogurt de aceite de girasol
2 botes del mismo
yogurt de azúcar
3 botes del mismo
yogurt de harina
3 huevos frescos
1 sobre de levadura química
(15 gramos)
La ralladura de un
limón
Canela molida
(opcional)
Mantequilla para el
molde
1 pizca de sal
Elaboración:
En primer
lugar precalentamos el horno a 180ºC y preparamos el molde, embadurnándolo con
mantequilla (o forrándolo con papel sulfurizado). El molde debe ser lo
suficientemente alto como para que sobre espacio y el bizcocho pueda crecer sin
desparramarse.
A
continuación, separamos las yemas de la claras.
Ponemos
las yemas en un cuenco amplio con la mitad del azúcar (1 medida de yogurt) y, con
ayuda de unas varillas (mejor eléctricas) las batimos hasta que doblen su
volumen y nos quede una crema blanquecina y esponjosa. Añadimos el yogurt, el
aceite y la ralladura de limón y seguimos mezclando bien. Finalmente
incorporamos la harina y la levadura previamente religadas y cernidas con un
colador fino (esto es importante para que se unan bien y no nos queden después
esos granitos de levadura sin disolver que saben tan mal), lo mezclamos todo nuevamente
hasta que quede una masa homogénea y reservamos.
En otro
recipiente (por ejemplo en el vaso de la batidora) ponemos las claras con una pizca de sal y las
montamos a punto de nieve. Cuando estén montadas, le ponemos la otra mitad de
azúcar y una pizca de canela (opcional), batimos para que nos quede un merengue
firme y ligado y lo añadimos a la mezcla anterior suavemente con ayuda de una
espátula o lengüeta y con movimientos envolventes de abajo a arriba para que no
se bajen las claras en la medida de lo posible.
Ponemos la
mezcla en el molde que teníamos preparado y lo metemos en el horno a 180º C con
el fuego por debajo. A los 25 ó 30 minutos o cuando veamos por la ventanita del
horno que el bizcocho ha subido -porque no es conveniente abrirlo mucho para
que no se “asuste”- bajamos la temperatura a 160 y ponemos el fuego arriba y
abajo para que se termine de hacer uniformemente y se dore por encima.
Estará listo
en unos 40 ó 45 minutos más o menos, dependiendo del horno.
La masa debe
quedar bien cocida y ligeramente dorada. Para saber el punto exacto de cocción
del bizcocho solo hay que pincharlo con un palillo o un cuchillo fino. Si al
sacarlo está limpio, es que el bizcocho ya está perfecto.
Esperamos unos
10 minutos con el bizcocho fuera del horno para que se enfríe, desmoldamos y dejamos enfriar totalmente sobre una rejilla.
Ya solo nos
queda decorarlo a nuestro gusto (con azúcar glass, nata, crema o moka….) y
servirlo para desayunar o merendar.
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