Ingredientes
para 4 personas:
750 gr. de cocochas de
bacalao frescas
6 dientes de ajo
1 guindilla (ó 2, según
gustos)
½ vaso de manzanilla de
Sanlucar
1 vaso de aceite de oliva
virgen extra
Sal
Elaboración:
Pelamos y
picamos los dientes de ajo y los ponemos a pochar a fuego medio en una cazuela
de barro amplia o, en su defecto, en alguna otra cazuela baja y ancha con todo el aceite de oliva y una guinidillita o dos,
según se quiera más o menos picante.
Cuando los
ajos empiecen a cambiar de color, apartamos del fuego e incorporamos las
cocochas previamente sazonadas por ambos lados, colocándolas con la piel hacia
arriba en una sola capa, sin amontonarlas. Volvemos a poner la cazuela al fuego
y dejamos que se caliente muy lentamente, moviendo la cazuela en vaivén sin
parar, siempre en el mismo sentido. Si empezase a hervir, apartamos la cazuela
del fuego y seguimos moviendo hasta que baje el hervor, entonces, nuevamente la
llevamos al fuego, siempre moviendo y siempre en la misma dirección.
Cuando las
cocochas comiencen a soltar su gelatina, las regamos con la manzanilla y
seguimos moviendo la cazuela a fuego muy suave tantas veces como sea necesario,
hasta que el pescado esté cocido y la salsa empiece a tomar cuerpo.
Hay que tener
un poco de paciencia, pero si vemos que la salsa no nos liga (lo que suele
ocurrir si las cocochas no son muy frescas), hay un truco que no falla, cogemos
un colador de cocina, lo sumergimos en el aceite y comenzamos a moverlo haciendo
pequeños círculos dentro de la cazuela empezando por una esquinita y continuando
por el resto, una vez empiece a cuajar, y así hasta que liguemos toda la salsa.
No me preguntéis por qué, pero así liga seguro.
La salsa debe
quedar brillante y emulsionada, cremosa y ligeramente espesa, pero no demasiado. Si nos quedase muy espesa, podemos aligerarla con un poco de caldo de pescado.
Servimos
las cocochas bien calientes bañadas con su salsa y guarnición de arroz blanco o patatitas fritas o al vapor.
NOTA.- Estas cocochas tan ricas son un obsequio de nuestro buen amigo Santi, traídas directamente de su tierra, Galicia, y estaban deliciosas, de modo que desde aquí le damos las gracias y le deseamos lo mejor para este nuevo año que comienza,
Una maravilla de receta, que pinta tan estupenda, a mi el pil pil no me sale, así que siempre lo tengo que probar fuera de casa.
ResponderEliminarBesinos
Gracias Belén me alegro que te guste, pero como es eso de que no te sale la salsa?, prueba con el truco del colador y verás que fácil. Besos
EliminarHola amiga, me gustan tus recetas, aquí te dejo un truqui que me enseño un chef:
ResponderEliminarsi alguna vez puedes, prueba con una hoja de gelatina hidratada, saca la mitad del aceite cuando se hayan dorado los ajos y turbinalo con la hoja hidratada y escurrida y vuelve a ponerlo en la sartén. Es lo que usan el 99% de los restaurantes, no creas que se entretienen moviendo.
Buen truco Inda, lo probaré, gracias!
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