viernes, 17 de agosto de 2012

SALPICÓN DE GAMBAS con TOMATES DE LA HUERTA de EVA

NUESTRAS RECETAS FAMILIARES

Ingredientes para 4 personas:
1 ó 2 tomates rojos grandes, preferiblemente de la variedad "corazón de buey" (400 gr.)
200 gr. de gambas
1 cebolleta
1 pimiento verde
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre de vino
Sal

Elaboración:
            En primer lugar cocemos las gambas para lo cual ponemos al fuego ½ litro de agua (preferiblemente de mar, pero si no la tenemos, de agua del grifo salada al gusto). Cuando comience a hervir echamos las gambas y retiramos del fuego, las dejamos en el agua caliente unos 5 minutos, pasado este tiempo las sacamos y las sumergimos en agua con hielo  (de mar o en su defecto agua salada). Dejamos unos minutos para que se enfríen, sacamos y escurrimos.
            Pelamos las gambas y las reservamos.
            Lavamos y picamos los tomates en dados pequeños y el pimiento y la cebolleta lo más finamente posible, ponemos un poco de sal, mezclamos y añadimos las gambas peladas.
            Aliñamos con una vinagreta hecha en un bote de cristal con una parte de vinagre por cuatro de aceite de oliva (o la proporción que más nos guste) batimos enérgicamente para que se mezcle bien y bañamos con ella el salpicón.
            Reservamos en la nevera tapado con papel film hasta el momento de servir.
            Servimos bien frío como aperitivo, entrante o guarnición de pescados o mariscos.

NOTA.- El tomate “CORAZON DE BUEY” recibe este nombre por su forma de corazón y por el gran tamaño que alcanzan sus frutos (entre 300 y 500 grs.). Es una variedad excelente de gran valor gastronómico, tiene una piel muy fina que alberga una fruta muy carnosa y con muy pocas pepitas. Su sabor es deliciosamente dulce, ideal para disfrutarlo con un poco de sal y aceite de oliva virgen extra. Su color es intenso, rojo brillante y su fragancia deliciosa. Son tomates muy delicados, por lo que no es habitual encontrarlos lejos de sus zonas de cultivo, pero hay algunas personas, muy afortunadas, como el suegro de mi sobrina Eva, que los cultivan para consumo propio y los comparten con sus familiares y amigos, por lo que desde aquí queremos darles las gracias y decirles que nos han encantado.

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