Ingredientes:
2 rollos de masa de
hojaldre congelada (250 gr.)
Azúcar moreno al gusto
Preparación:
Sacamos la
masa de hojaldre del congelador una hora antes de que vayamos a utilizarla para
que se descongele a temperatura ambiente.
Encendemos el
horno a 180 grados.
Espolvoreamos
la mesa de trabajo con azúcar, colocamos encima una de las placas de hojaldre
previamente extendida para que se cubra de azúcar la base, espolvoreamos con
más azúcar por encima y estiramos ligeramente con el rodillo de amasar, sin apretar
mucho, apenas para que se incruste el azúcar en la masa.
Humedecemos
ligeramente el hojaldre con ayuda de una brocha de cocina mojada en agua y procedemos a enrollarlo desde los dos bordes hasta la
mitad, de tal forma que obtengamos dos rollos de hojaldre unidos por el centro. Repetimos
la operación con la otra placa y cuando tengamos los dos rollos listos, los
cortamos en rodajas de un centímetro aproximadamente de grosor, con un cuchillo
bien afilado, las espolvoreamos con un poco más de azúcar y las colocamos en la
bandeja del horno previamente forrada con el papel de horno que suele acompañar
al hojaldre, dejando suficiente espacio entre ellas para que no se peguen entre
si, ya que crecen al hornear.
Las horneamos durante 10-12 minutos en el horno previamente calentado a 180º C hasta que
estén doraditas y servimos.
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