Ingredientes para 4 personas:
1 coliflor pequeña
2 pimientos rojos y 2
verdes de asar bien maduros
1 cebolleta fresca
Aceite de oliva
virgen extra
Vinagre de vino de
Jerez
Sal
En primer lugar lavamos muy
bien los pimientos bajo el chorro de agua fría, sin pelarlos ni quitarles el
pedúnculo y los secamos con papel absorbente.
A
continuación los pintamos con unas gotas de aceite y los colocamos en la
bandeja del horno, que habremos precalentado previamente a 180-200º C y asamos
a media potencia durante 1 hora aproximadamente, dándoles varias vueltas para
que se hagan por todos lados.
Mientras tanto
lavamos muy bien la coliflor bajo el chorro de agua fría y separamos los
ramilletes. La ponemos a cocer en una cazuela con abundante agua salada, hasta
que esté “al dente”. Retiramos del fuego, escurrimos y colocamos en una fuente
de servir al fresco para que pierda el calor.
Cuando estén
hechos los pimientos, los envolvemos en papel de
aluminio y los dejarmos templar para que “suden” y sea más fácil pelarlos.
Recuperamos
y reservamos el caldo que haya quedado en la bandeja.
Cuando
estén fríos, los pelamos retirándoles el pedúnculo, la piel y las pepitas del
interior, pero sin lavarlos en agua, ya que perderían sabor. Una vez limpios,
los cortamos a lo largo en tiras finas y los disponemos en la fuente con la
coliflor.
Pelamos y
picamos en juliana la cebolleta cruda y la añadimos.
Aderezamos con
sal y aliñamos con una mezcla hecha con aceite de oliva, vinagre y un poco del
jugo que hayan soltado los pimientos.
Dejamos
reposar y servimos frío.
Este aliño puede
utilizarse como aperitivo, guarnición o como plato único para una cena ligera.
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