Ingredientes:
1 Kg. patatas nuevas de las
más pequeñas
2 latitas de atún
2 huevos
2 ó 3 cebolletas
¼ kg de tomatitos
cherry
Una buena mata de perejil
Aceite de oliva
virgen extra
Vinagre de Jerez
Sal
Ponemos a cocer los huevos y las
patatas con su piel en agua abundante. A los diez minutos sacamos los huevos y los
reservamos y dejamos que sigan cociendo las patatas, regulando el fuego para
que no rompa a hervir fuerte, porque se nos desharían.
Cuando al pincharlas con un
tenedor estén tiernas, las sacamos y las refrescamos bajo el chorro del grifo con
agua fría, para cortarles la cocción, ya que si no, se seguirían cociendo en su
propia piel y según el tipo de patata se nos quedarían demasiado blandas y
luego se nos desharían…
Las escurrimos y dejamos enfriar bien
(mejor a su aire, de un día para otro, sin meterlas en la nevera). Una vez
frías, las pelamos y troceamos en taquitos, les ponemos sal y las reservamos.
Aparte pelamos y picamos las
cebolletas quitándoles la parte verde, y picamos igualmente el perejil. Lavamos
los tomatitos y los partimos por la mitad.
Colocamos las patatas en una
fuente amplia, añadimos la cebolleta picada y los tomatitos y aliñamos con una
mezcla de aceite y vinagre al gusto (mi cuñada María del Carmen le añade también
un chorrito de agua muy fría para que las patatas queden más sueltas) por
último incorporamos el atún para que no se nos desmenuce mucho y decoramos con
el huevo picado y el perejil. Las reservamos en la nevera, tapadas con papel
film, hasta el momento de consumir.
Cuando vayamos a servirlas, volvemos
a remover el conjunto con cuidado de no romper las patatas y le añadimos un poco más de
perejil.
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